Las ceremonias con Cacao en Europa están en boga; Si has visto anunciada alguna, seguramente va acompañada de palabras como “corazón”, “amor” y, ciertamente, esta sagrada planta tiene una energía muy amorosa. Aunque hoy no vamos a hablar de las ceremonias de Cacao.
Otro de los aspectos que nos pueden venir a la cabeza cuando hablamos de cacao, es su conocida condición de «Superaliemento», gracias a la gran cantidad de nutrientes y antioxidantes que contiene.
Y es que el Cacao ya era una planta sagrada para los mayas; De hecho su nombre científico, Theobroma Cacao, significa alimento de los Dioses. El cacao estaba presente en muchos momentos importantes de la vida del hombre, como por ejemplo, en los alumbramientos.
Aún hoy día, es costumbre dar cacao a la madre para ayudarla en el parto y sahumar al bebé recién nacido con granos de cacao. Esto se hace por dos motivos: De manera apotropaica (Protección espiritual) y para dotar al bebé de la fuerza del espíritu del cacao.
Pero, aparte de estos usos protectores y sanadores, ¿sabías que el Cacao tiene una estrecha relación con la muerte y que está asociado al inframundo?
El Cacao y el inframundo
En la cosmovisión maya, el cacao desempeña un papel esencial en la creación del hombre, junto al maíz, dos plantas de vital importancia en esta cultura.
El maíz está asociado con el sol, la vida, mientras que el cacao está asociado a la oscuridad, el inframundo, debido a que la planta crece bajo la sombra de otro árbol, el cacáhuatl-nan-tzin.
Cacao en rituales funerarios
El cacao no solamente está presente en la llegada de la vida, sino que es una planta que también acompaña al hombre en su partida, tanto en rituales mortuorios como en conmemoraciones, velorios y rezos.
Un abuelo del Consejo Indígena Ik Naskin Ha, en Tabasco, explica que cuando una persona muere, se le ponen en el ataúd granos de cacao (13 para los hombres, 7 para las mujeres).
Estos granos de cacao sirven cómo moneda en el otro lado. Según su cosmovisión, al morir y llegar al “Xib’alb’a”, se necesitan pagar diferentes tasas con el fin de purificarse y poder pasar la gran selva para, llegar así, a uno de los 13 niveles del cielo.
Así el cacao no solo se usaba de moneda en este plano, sino que también serviría para efectuar los pagos correspondientes en el “más allá”.
El chocolate (xocolat’l) es también usado como ofrenda a los muertos, estando muy presente en los altares del Día de Muertos; En estos altares se puede encontrar el cacao en diferentes formas: Bebida, cacao en polvo, bombones, tabletas o incluso se pueden encontrar calaveras hechas de chocolate.
Y aún existe un rito funerario arcaico que va más allá: El “P’O’Keban”
En la tradición prehispánica existía, hasta no hace mucho, la tradición de bañar a los fallecidos con un trapo húmedo que iban escurriendo, y con ese agua se preparaba un chocolate que tomarían los más allegados del fallecido; De esta manera, se creía que se repartían los pecados del difunto, aligerando su carga para facilitar su transición.
Esta tradición está recogida de manera oral en la península del Yucatán.
Cacao y sacrificios
Otro aspecto concerniente a la muerte en el que estaba presente el Cacao fue en los sacrificios, tanto humanos, como animales.
Dale Pendell, explica en su libro Pharmako Dynamis que “Los españoles incluso continuaron la asociación azteca del cacao con el sacrificio humano, sirviendo chocolate caliente a aquellos que acudían a un auto de fe, e incluso, siguiendo la tradición mexica, a veces también a la víctima además de a la audiencia”.
Otra asociación del cacao y los sacrificios es la vinculación del cacao a la sangre; En parte, por su forma y color (La mazorca puede recordar al corazón, y el xocolatl simularía la sangre, el líquido que circula en su interior)
Pero, además, en ocasiones al xocolatl se le añadía un pigmento rojo (Achiote), que teñía los labios de quién lo tomaba, recordando la apariencia de la sangre.
Al igual que en rito mortuorio P’O’Keban, se ha encontrado que en algunos rituales se preparaba el cacao con el agua resultante de lavar los cuchillos usados en los sacrificios.
Por último, algunas investigaciones sugieren que en algunos ritos asociados a la siembra y el cultivo del cacao “necesitaban sangre animal y humana para fertilizar la tierra, por lo que sacrificaban un perro al que habían pintado una mancha de color cacao al tiempo que los hombres ofrecían a los dioses las semillas y su propia sangre, que extraían de diferentes partes de su cuerpo y con la que ungían las imágenes divinas.”
Contenedor maya con forma de dios del cacao. Guatemala, siglos V-IX. Foto: Wikimedia Commons
Cacao y envenenamientos
En el mismo libro de Dale Pendell que comentábamos anteriormente, se recoge otra asociación de cacao y muerte: Usar la bebida del cacao para envenenar.
En los numerosos intentos de prohibir el cacao, un obispo prohibió a las mujeres aristócratas beber chocolate durante la misa; Estas mujeres, acabaron abandonando la catedral para ir a otro centro de culto en el que sí les permitían tomar la bebida. No mucho después de eso, ese mismo obispo fue envenenado. Irónicamente, el veneno fue administrado en una taza de chocolate. De ahí surgió un dicho “ Ten cuidado con el chocolate en Chiapas”
Pero no solo en México se dio esta casuística; En Europa también se ha usado el sabor fuerte del chocolate para enmascarar el sabor de los venenos.
¿Conocías esa otra cara del cacao? Si conoces alguna otra asociación del cacao y la muerte, déjanosla en comentarios.
Fuentes: Pharmako Dynamis, Dale Pendell El uso ritual de alcohol, tabaco, cacao e incienso en las ceremonias agrarias de los mayas yucatecos contemporáneos. Marianne Gabriel Vídeo: La espiritualidad del cacao, del canal "Yosoypachamamista" El chocolate de los muertos, Javier Brandoli (El Mundo) Un manjar divino: el cacao, la bebida sagrada de los dioses mayas, Isabel Bueno , (
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